El cielo pierde su color azul y se torna en gris para los miles que sentímos nuestro corazón y el dolor de una pérdida, una marcha misteriosa de un pequeño ser inocente, enseguida nos ponemos en marcha y la ciudad se vuelca en esta solidaria misión de rescate.
Cualquier pequeña pista acerca de su paradero es vital, movemos cielo y tierra si hace falta por encontrar el rastro de quien lleva esa dulce mirada, esa gracia en su expresión, esos rasgos de una infancia feliz.El tiempo transcurre lentamente y las señales se pierden, pero las esperanzas de encontrarla van acompañadas del animo y nos revitalizan a todos.
La ciudad despierta y se convierte en un poderoso aliado en esta tarea, millones de ojos vigilan cada calle,estamos en alerta. Todos sentímos como si la pequeña también fuera nuestra. La colaboración ciudadana es grande,se convoca una manifestación, mano a mano, codo con codo,el tiempo avanza,las posibilidades se agotan pero se sigue luchando... Porque nadie tiene derecho a arrebatar de esa manera la felicidad a un niño, ni mucho menos jugar con su inocencia...
Aún no nos explicamos como en pleno siglo XXI siguen existiendo tipos sin escrúpulos que causan daño raptando a seres inocentes....Para todos aquellos con este tipo de mentalidad "Humana" esperamos que la vida les aplique una ley ajustada a sus principios.
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