La leyenda del Castillo de Riba de Santiuste

"Imperecedera, como su leyenda, permanece esta fortaleza desde lo alto de una colina, desde su estratégica posición contempla el paraje, a la vez que es contemplado desde la lejanía por miles de curiosos que son conocedores de sus leyendas..., su silueta dominante guarda largos y cruentos episodios Históricos...a la vez que oculta otros misterios..."
De origen musulmán, mencionado en todos los documentos originales que hacen referencia a la reconquista del reino toledano por Alfonso VI y alejado de la localidad de Riba de Santiuste, perteneciente al municipio de Sigüenza,(Guadalajara). Se encuentra esta fortaleza conquistada por primera vez en el año 1059, y definitivamente en 1085 tras largos asedios y sangrientas muertes.

Pero su estratégica e importante posición cambió para siempre su destino al no contar con óptimas defensas, y fue olvidada cayendo en un estado ruinoso a pesar de que había sido ocupada después por Obispos, La soledad se apoderó completamente de ella.
En 1973 es subastada por un ridículo precio y comienza a ser propiedad de una supuesta Organización esotérica, restaurándola y asentando allí el cuartel general.
Hay quienes piensan que el castillo fue utilizado para celebrar extraños rituales.Así que nadie habitaba el castillo de manera permanente. El descubrimiento de un pequeño arsenal con el que, al parecer, los miembros de la secta desarrollaban prácticas paramilitares precipitó que la organización abandonara el edificio. A partir de la década de 1980 el castillo se convirtió en un lugar lúgubre y solitario de nuevo, visitado solo por curiosos que intentaban invocar a las “fuerzas ocultas”.

Se encontraron restos de velas e incluso una mesa pintada con un pentagrama que fue pasto de las llamas contra el frío de los que allí se refugiaban y todo esto dió veracidad a los rumores de las practicas de aquella secta satánica en el lugar.
Sin querer conocer con exactitud los sucesos, El Castillo fue adquirido de nuevo, pero tanto su propietario como su mujer comenzaron a escuchar gritos y lamentos y, según han explicado, tenían la sensación de que alguien los tocaba o empujaba cuando se encontraban en determinados lugares.
El castillo de Riba volvió a convertirse en la comidilla del pueblo cuando se corrió la voz de que en su interior se oían extraños lamentos. En aquel año se comenzó a hablar de una mujer, apodada "La Manuela", que vivió en la fortaleza durante la Edad Media y que encontró la muerte después de un largo asedio.

Finalmente,un grupo de investigadores se trasladó al lugar e instaló sensores para registrar cualquier movimiento en sus dependencias y las alarmas se dispararon al registrar una presencia en la cámara que recorrió un pasillo y luego se desvaneció. El equipo perplejo, salió atemorizado de allí.
Una noche,ocho amigos curiosos buscaron una estancia más o menos limpia para dormir allí. Al final decidieron instalarse en una junto a un corredor y allí durmieron toda la noche de un tirón. Sin embargo, al amanecer empezaron a escuchar pasos y gritos al otro lado de la puerta. Ninguno de los presentes se atrevió a levantarse y todos guardaron silencio. Cuando por fin reaccionaron y salieron de la habitación para ver qué ocurría, no había nadie.Eran gritos lastimeros de mujer. También notaron un frío mucho más intenso en la habitación. Entonces investigando, se tuvo conocimiento de la leyenda del rey musulmán que mató a su hija por amar a un caballero cristiano, y que más adelante, en aquél siglo XV, se produjo un asedio en el que se vio implicada otra mujer.”

Se dice que esta mujer convivió con los soldados sitiados y que, además de cuidarlos cuando estaban enfermos, les proporcionaba cariño en las frías noches de los inviernos de Castilla. Cuando Manuela murió, comenzó a aparecerse a las siguientes generaciones de guerreros.
Se especula que esta mujer fue perseguida por los pasillos del castillo antes de caer en manos de los asaltantes. Hay quien sostiene que los lugares en los que se producen muertes violentas quedan impregnados de una energía especial. En el caso de Riba de Santiuste, cada vez hay más testigos que afirman haber escuchado gritos justo al amanecer.Sea quien sea, es un alma que no descansará en paz.