Anne De Chantraine


Marzo de 1620, en el pintoresco pueblo Belga de Waretla-Chausee, una mujer llamada Anne De Chantraine, fue detenida y acusada de brujería.
Aunque admitió de buen grado sus malas acciones, entre las que se incluían sucesos tan extraordinarios e imposibles como “vuelos nocturnos” e “Intimidades con el diablo”, el Magistrado que la interrogaba quiso reunir más información, por lo que ordenó que se le aplicase la cuestión de tormento.
Anne fue sometida por tres veces a los interrogatorios más brutales y crueles, antes de que el tribunal, satisfecho al fín, la condenase a muerte por sus supuestas maldades.
Pero la sentencia no fue ejecutada inmediatamente, por lo que Anne sufrió las penas de prisión durante más de un año, durante ese tiempo, Anne languideció y surgieron dudas sobre su cordura, su carcelero atestiguó que "la reclusa era tonta y que no se entendía lo que decía"…Aunque a ratos parecía estar en su sano juicio…
Al fin, el 18 de Octubre de 1622, Anne fue quemada en la hoguera….

Gracias al paso del tiempo y a la popularidad de cuentos como los de los hermanos Grimm y la fantasía de los dibujantes de historietas y dibujos animados, podemos imaginar a la Bruja como una arpía de risa aguda, y como escribía el arzobispo Samuel Harsnett en 1603, con la barbilla y las rodillas juntas por la edad, que caminaba hecha un arco, apoyada en su bastón, los ojos hundidos y desdentada, la cara surcada de arrugas y sus brazos y piernas temblorosos por la parálisis, murmurando por la calle…
Y efectivamente, entre los millares de mujeres torturadas y quemadas como Brujas, muchas eran realmente pobres viejas solitarias, medio locas y físicamente repelentes; Pero Anne De Chantraine, en la época de su detención, contaba solo con 17 años, y según las crónicas, fue una muchacha vivaz, inteligente y de belleza poco común…

Para comprender la brujería, escribía Jefrey Burton Russell, en su erudita obra “Witchcraft in the Middle Ages” (La brujería en la Edad Media), “Hemos de descender a las tinieblas de los más profundos abismos de la mente. Ese descenso explora un extraño y bárbaro capítulo de la Historia humana y nos depara un desconcertante examen de fuerzas que, a pesar de su continuo estudio, no pueden todavía ser explicadas satisfactoriamente por los modernos documentados", porque durante los siglos XV,XVI y XVII, (épocas de grandes logros humanos en toda Europa) la creencia en las Brujas condujo a la despoblación violenta de pueblos enteros y a la muerte atroz,( según cálculos ampliamente aceptados: de 2000.000 seres humanos, en su mayoría, mujeres)
En Salem, (cuna de la brujería) es típico ver representadas a las brujas en cuadros o incluso en estatuas, como esta.

El diablo, doctor en brujería para los cristianos Medievales, era un enemigo real que actuaba y que cuyo poder y maldad podía atribuirse a cualquier contratiempo, desde un verdadero desastre hasta la molestia mas insignificante. (las inundaciones eran obra de los diablos acuáticos, las tormentas de los celestes). Un monje contaba como los demonios le hacían sentirse enfermo después de haber comido en exceso, el diablo se interesaba por todo tipo de hombres, desde hombres de altas esferas hasta los más humildes. La viva imagen que tenían los cristianos de este ser, entrometido y omnipresente, procedía en parte de la Biblia y la doctrina de la Iglesia, pero también se debía a ciertas figuras paganas como Pan, el Dios con cuernos y patas de cabra, o Loki, Divinidad Teutónica del fuego y padre de Hel, Guardián del Mundo Subterráneo.

Foto: Representación de Hel.





La creencia en el diablo no se limitaba a los ignorantes, los escritos de Martín Lutero están llenos de relatos de sus penosas batallas contra los demonios que trataban de distraerlo, pero para Lutero y sus contemporáneos, la mayor amenaza del diablo era su implacable decisión de apoderarse de las almas.

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