Así como en aquél antíguo Egipto, los Faraones mandaban construir sus pirámides con el sudor, la sangre y las lágrimas de miles de míseros esclavos que eran elegidos por ser económicamente inferiores a estos, y en otros tiempos de la historia, por ser de otra raza (según ellos inferiores), o por no pertenecer a la nobleza; Hoy día parece que muchos de estos prototipos se siguen cumpliendo, pues solo hay que echar un vistazo al mundo de la construcción, abriéndose como es de esperar, un debate polémico en torno a la mano de obra barata..
Y es que la culpa no sólo la tienen los nobles...También el pueblo que quiera dejarse explotar...Pero el dinero mueve al mundo, el interés y, por supuesto, el hambre...Esto último para el pueblo que posee menos recursos económicos se hace muy presente, doblegándose y vendiéndose por unas cuantas monedas con el fín de sobrevivir...Ay! si el mundo estuviese mejor repartido!...
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