"Fracasada la medicina y probado que eran vanos los auxilios pedidos a los astrólogos, la reina determinó recurrir a la magia,consultando al oráculo de la "cabeza ensangrentada" durante la celebración de una misa ante la imagen de Satán.
Como víctima propiciatoria se eligió a un adolescente sano de cuerpo,al que se preparó antes para hacer la primera comunión. Llegada la noche que se había señalado para la criminal ceremonia,al dar las doce, se inició la misa. Asistían a ella el rey,su madre,algunos individuos de la familia real y varios personajes de su intimidad.
La víctima,el infeliz destinado al sacrificio,presenciaba,vestido de blanco y de rodillas,la ceremonia maldita,sin sospechar el papel que en ella le habían asignado sus verdugos.
En honor al buen gusto omitímos parte de la descripción de esta misa,repleta de ritos sacrílegos.Dirémos solo,para consignar lo esencial,que una vez puesta la cabeza decapitada del muchacho sacrificado sobre una bandeja, el rey, cumpliendo las normas del oráculo de la "cabeza ensangrentada", se acercó y le hizo una pregunta en voz baja. Dícen los testigos de aquello,que la cabeza entreabrió los labios y con voz lejana,quejumbrosa, profirió:-"Vim Patrior"-("Me veo obligado").
Por la pregunta se consideró esta respuesta una declaración de impotencia por parte del diablo para salvar la vida del rey, y éste,aterrorizado más que desesperado,ordenó que se llevaran aquel despojo lejos de su presencia.
Y se dice que Carlos IX,desde aquél día hasta el de su muerte, no pudo apartar de su mente horrorizada aquél lamento,trucado o no,de aquella cabeza parlante.
2 comentarios:
qué mal rollo. menos mal que leo esto ahora en la tarde y no antes de acostarme, que si no ya me veía soñando con cabezas hablantes.
Estos tipos de la edad media que locos estaban! un saludo!
Publicar un comentario