Rudiger; El pequeño Vampiro.

Apareció en la mente de Angela Sommer Bodenburg en los 70 y saltó a las páginas de un libro para dejar claro a todos los niños que no todos los Vampiros eran iguales.
Rudiger era un niño, y por lo tanto, como a cualquier niño, le gustaba jugar con otros de su misma edad, él no eligió convertirse en vampiro, además, a él no le gustaba la sangre...

Con esta originalidad, una noche de aburrimiento en la cripta, decidió salir para sobrevolar la ciudad en busca de algún compañero de aventuras y lo encontró, ese era Antón, un muchacho al que le apasionaban las historias sobre vampiros, jamás pensó encontrarse con uno y mucho menos, compartir aventuras.

La colección de libros de "el pequeño vampiro" es todo un clásico en las librerías de hoy, tuvo una serie fugaz en los 80 del mismo título que pude ver, e incluso se llegó a rodar la película.
Y si, amigos del Castillo...fue uno de mis libros favoritos de pequeño que aún hoy conservo por todos esos buenos ratos que me hizo pasar, le dedico ese dibujo.
He aquí la intro de la mítica serie:

2 comentarios:

Rosa dijo...

¡Qué nostalgia! Yo lo leí exactamente en esa edición de Alfaguara.

Anónimo dijo...

Yo me los leí una y otra vez...recuerdo que vivía en España en esa época e iba a la librería para leerlos. Muy buenos tiempos.