Federico García Lorca, el destacado poeta Andaluz en la historia de la Literatura Española del siglo XX fue ejecutado durante la Guerra Civíl Española por llevar ideas contrarias en aquél cruento periodo. Su voz y su talento fue silenciado para siempre, el cuerpo de aquél poeta fue enterrado junto a otros destacados personajes en una fosa común en algún lugar de los parajes de Granada, pero dícen que su alma no descansaría en paz.
Al haber disfrutado de unos días en esta encantadora ciudad, nos acordamos de ésta pequeña leyenda que dice que el espíritu del poeta aún se sigue paseando por una de sus casas,su residencia de verano, hoy convertida en museo.
Los visitantes experimentan sensaciones repentinas de frío y como si alguien les estuviera observando desde cualquier rincón de las habitaciones, sobre todo desde una mecedora que se encuentra en una de ellas, de la que dícen se balancea sola, algunos se atreven a afirmar que es el espiritu de Lorca que volvió al lugar cercano a su muerte para recordar los mejores momentos de su vida en aquella Granada que lo vió nacer...y morir.
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