Si uno tiene la oportunidad de pasar unas vacaciones de verano en algún destíno idílico donde se pueda disfrutar a pocos metros de la playa o el campo, no dudará en regresar de nuevo por estos sitios, un pueblo o un lugar en concreto…Como el Portíl , donde cada año acudo yo..Y son tantos años aquí que uno no puede evitar encontrarse con historias o leyendas que ponen ese punto de misterio a estos lugares con encanto y atractivo turistico…porque todo lugar, queramos o no, tiene su parte de historia y leyenda…¿historias veraces o puro cuento chino?
Yo, sinceramente para contaros un rollo como aquella que decían haber visto luces raras en una zona boscosa del Portíl… no te cuento nada porque carece de sentido e interés.
Lo que a continuación os relato roza la leyenda urbana porque los datos no se conocen exactamente…el hecho es absolutamente real pues hay numerosos testigos que afirman haberlo visto, al igual que yo, deambulando a lo lejos, en la más completa soledad y bajo el amparo de la Laguna del Portíl…
“La Leyenda del Tío del palo”
Poquísimas personas se acuerdan ya de esta vieja historia que acoje la exótica laguna
Cada vez que he recorrido tiempo atrás la Laguna a solas o en compañía he evitado pararme demasiado…
Cuenta la leyenda que un inquilino especial al resto de sus vecinos se encontró con la mala suerte en su vida y por circunstancias personales (recuerdo que lo inhabilitaron para trabajar completamente y lo jubilaron por enfermedad…) la empresa lo despidió malamente y el hombre cayó en una fuerte depresión y esto lo motivó a pasar sus días solitario recluido en sus últimos días de estancia en su piso olvidándose de todo, no pagaba la luz, el agua y las cuotas correspondientes…al no disponer de suficiente dinero para afrontar los pagos la justicia embargó su casa y lo invitaron a la fuerza a abandonar su vivienda…
El hombre preso de la impotencia y la rabía al saberse solo y sin apoyo se aferró al alcohol y en su locura, en un gesto de venganza, entró ilegalmente en la vivienda y se apropió de algunos de sus muebles y con sus pocos enseres y viéndose en la calle marchó hacia la laguna en busca de refugio…
En un lugar estratégico allí se plantó en lo que sería su “terreno personal”, este hombre en su situación personal y en su estado mental decidió que la laguna del Portíl se convertiría en su “nuevo hogar”. ( ya lo habían echado por las malas una vez y juró que nadie ya lo volvería a echar más de su “propiedad”), con ese pensamiento absurdo pasaron los meses..podéis imaginar su estancia y vivencia solitaria en un bosque…
Este personaje de complexión fuerte y ataviado con vaqueros sucios, camiseta gastada, así como con gorra y con un garrote se paseaba por la laguna en busca de algún turista despistado que osara pisar su propiedad, y sin mediar palabra aparecía detrás de un árbol o de unos matorrales amenazante alzando un garrote para recordar “a base de palos” que “no debes estar ahí”
¡Fuera de aquí!-¡esta es mi casa! Advertía violentamente a caminantes y ciclistas…ninguno estaba bien visto por alli para “el tío del palo”..unos se lo encontraban y otros no, afortunadamente su presencia no podía cubrir todas las zonas..pero si te lo encuentras… será mejor que corras, no retes a un loco! Nunca!
Hace bastantes años con un amigo dando una vuelta en bicicleta por la laguna lo vimos desde lejos..al conocer su historia y ver de quien se trataba con mucho miedo pedaleamos lo más rápido posible para salir de allí urgentemente…que recuerdos…
El miedo en el cuerpo imaginando que nos podía sorprender en cualquier otro sitio…pedaleando y haciendo acrobacias sobre el terreno para intentar no caernos con la bici de lo rápido que íbamos…saliendo de allí y respirando sin echar la vista atrás…
Muchos años han pasado y nada se sabe ya de este oscuro personaje..pero su historia quedará parasiempre allí…
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