Pasajes Insólitos en la Biblia

Hablando con amigos sobre mil historias, siempre en las conversaciones se sacan temas apasionantes y curiosos como el que comparto con todos vosotros a continuación.
Advertir que este Post no desea desvirtuar las creencias de cada persona desde el punto de vista Católico.
En Internet podemos encontrar también estos escritos desde un punto de vista Ufológico, y desde este CiberImperio queremos dejar en constancia nuestra atención para que leáis, reflexionéis y saquéis vuestras própias conclusiónes y las compartáis (si queréis) con todos los que quieran comentar sobre estos pasajes referidos a tiempos pasados donde el Hombre iba en busca de su própia fe y su verdad.

Destacar que los pasajes no dejan de ser enigmáticos y cuanto menos, curiosos...Dan que pensar y arrojan dudas al aire sobre la interpretación de estos señores. ¿Realidad visual o todo puramente Místico? ¿quizás alucinaciones?...sea lo que fuere..será algo que nunca a ciencia cierta a día de hoy, podrémos saber jamás.


Tal y como aparece escrito en la Biblia:

Éxodo 13,21-22E iba Yahvé al frente de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos en el camino y de noche en una columna de fuego para alumbrarlos”

Éxodo 14,19-20Se levanto el Ángel de Yahvé que marchaba al frente del ejercito de Israel, y se puso detrás de ellos. Se levanto también la columna de nube de delante de ellos y se coloco a la espalda, intercalándose así entre el campamento de los egipcios y el campamento de los israelíes. Era nube y tinieblas (por una parte), y (por la otra) iluminaba la noche, de modo que no pudieron acercarse aquellos a estos en toda la noche”

Éxodo 24,15-18Subió Moisés al monte, y la nube cubrió el monte. La gloria de Yahvé reposó sobre el monte Sinaí y la nube lo cubrió por seis días. Al séptimo día, llamo Yahvé a Moisés de en medio de la nube. La gloria de Yahvé aparecía a la vista de los hijos de Israel como fuego devorador sobre la cumbre del monte. Moisés entro en la nube y subió al monte. Y permaneció Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches”




IV de los Reyes 2,11-12Mientras seguían andando y hablando, he aquí que un carro de fuego y caballos de fuego separaron al uno del otro y subió Elías en un torbellino al cielo. Eliseo miraba y clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su caballería! Y no lo vió mas”

Daniel 10,4-6El día 24 del primer mes, estando yo a la orilla del gran río, el tigres, alce mis ojos y mire, y vi a un varón vestido de lino blanco y ceñidos los lomos de oro de Ufaz. Su cuerpo era como el crisolito, su rostro parecía un relámpago, sus ojos eran como antorchas de fuego, sus brazos y sus pies tenían el brillo de bronce bruñido y el rumor de sus palabras era parecido al estruendo de un gran gentío”.





(El más desconcertante):

Ezequiel 1,15-27"Y sucedió que el año treinta, el día cinco del cuarto mes, estando yo en medio de los cautivos, junto al río Cobar, se abrieron los cielos, y tuve visiones de parte de Dios. (2) En el día cinco del mes, en el año quinto de la deportación del rey Jeconías, (3) llegó la palabra de Yahvé a Ezequiel, hijo de Buzí, en la tierra de los caldeos, junto al río Cobar; y fue allí sobre él la mano de Yahvé. (4) Miré, y vi como venía del norte un torbellino, una gran nube y un fuego que se revolvía dentro de si mismo. Alrededor de ello había un resplandor y en su centro algo semejante a un metal brillante que salía del medio del fuego.(5) En el medio había la figura de cuatro seres vivientes, cuyo aspecto era este: tenían semejanza de hombre (6) y cada uno tenía cuatro aspectos y cada uno cuatro alas. (7) Sus pies eran rectos, y la planta de sus pies era como la planta del toro; y brillaban como bronce bruñido. (8) Por debajo de las alas, a los cuatro lados, salían brazos de hombres, todos cuatro tenían el mismo semblante y las mismas alas, (9) que se tocaban las del uno con las del otro. Al moverse no se volvían para atrás, sino que cada uno iba cara adelante. (10) Su semblante era este: de hombre por delante, tenían también, cada uno de los cuatro, de león a la derecha, de toro a la izquierda los cuatro y de águila atrás. (11) Sus alas estaban desplegadas hacia lo alto; cada cual tenía dos alas que se juntaban con las del otro, y dos de cada uno cubrían su cuerpo. (12) Todos marchaban de frente, a donde los llevaba el espíritu allí andaban, sin volverse para atrás. (13) Había entre los vivientes fuego como de brasas, encendidas como antorchas, que discurrían por entre ellos, del fuego salían rayos. (14) Los vivientes iban y venían como el relámpago. (15) Y mirando a los vivientes, descubrí junto a cada uno de ellos una rueda que tocaba la tierra. (16) Las ruedas parecían de turquesa, eran todas iguales, y cada una dispuesta como si hubiese una rueda dentro de otra rueda. (17) Cuando avanzaban marchaban hacia los cuatro lados, y no se volvían al caminar. (18) Sus llantas eran muy altas y causaban espanto; pues las llantas estaban todo en derredor llenas de ojos. (19) Al ir los vivientes, giraban junto a ellos las ruedas, y cuando se alzaban de la tierra los vivientes, se alzaban también las ruedas. (20) Hacia donde los llevaba el espíritu a marchar, marchaban, y las ruedas se alzaban a la vez con ellos, porque tenían las ruedas espíritu de vida. (21) Cuando iban ellos, iban las ruedas; cuando ellos se paraban, se paraban ellas, y cuando se alzaban de la tierra, se alzaban porque había en las ruedas espíritu de vida. (22) Sobre la cabeza de los vivientes había una semejanza de firmamento, como de cristal deslumbrante, que se extendía por encima de sus cabezas. (23) Y por debajo del firmamento estaban extendidas sus alas, una frente a la otra, cada uno tenia dos por un lado y por el otro; las cuales les cubrían el cuerpo. (24) Oía el ruido de las alas como ruido de río caudaloso, como voz del Todopoderoso, cuando marchaban, como estruendo de campamento; cuando se detenían plegaban las alas. (25) Y una voz salía del firmamento que estaba sobre sus cabezas. Al pararse ellos plegaron sus alas. (26) Sobre el firmamento que estaba sobre sus cabezas había una piedra de apariencia de zafiro a modo de trono, y sobre la semejanza del trono, en lo alto, una figura semejante a un hombre que se erguía sobre él. (27) Y de lo que él aparecía de cintura arriba, era como el fulgor de un metal resplandeciente y de cintura abajo, como el resplandor del fuego y todo en derredor suyo resplandecía. (28) El resplandor que lo rodeaba todo en torno era como el arco que aparece en las nubes en día de lluvia. Esta era la apariencia de la imagen de la gloria de Yahvé. A tal vista caí rostro a tierra, pero oí la voz de uno que hablaba...".


Jonás 2,1Entonces Yahvé hizo venir un pez grande para que se tragara a Jonás; y estuvo Jonás en las entrañas del pez tres días y tres noches”


Mateo 2,1-2,2-10Cuando hubo nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos del Oriente llegaron a Jerusalén, y preguntaron: ¿Dónde esta el rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto su estrella en el Oriente y venimos a adorarlo: “Mas adelante: “Con estas palabras del rey, se pusieron en marcha, y he aquí que la estrella, que habían visto en el Oriente, iba delante de ellos, hasta que llegando se detuvo encima del lugar donde estaba el niño. Al ver de nuevo la estrella experimentaron un gozo muy grande”.

Apocalipsis 1,10-11Me halle en espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mi una voz fuerte como de trompeta, que decía: Lo que vas a ver escríbelo en un libro, y envíalo a las siete iglesias: a Efeso, a Esmirna, a Pergano, a Tiatira, a Sardes, a Filadelfia y a Laodicea”.

1 comentario:

Palmz dijo...

Por eso a la religión hay que darle el mismo crédito que a los platillos volantes.