Reinas del más allá

Esta vez le toca el turno a ellas, muchas murieron como resultado de traiciones, sus espíritus tienen buenas razones para vagar entre los vivos.

Ana Bolena
Podémos considerar a Enrique VIII de Inglaterra responsable de la existencia de varios fantasmas femeninos. Su segunda esposa, Ana Bolena, fue decapitada el 19 de mayo de 1536 por orden suya. En el aniversario de su muerte se aparece en la mansión Norfolk, donde pasó su infancia.
Pero su espíritu no es nada agradable, pues pasea con su cabeza sobre sus manos.



Isabel de Francia


Las ruínas del castillo de Rising, en Inglaterra, fueron en un tiempo el hogar de esta reina que fue esposa de Eduardo VII. Parece ser que fue una mujer con muy mal humor y frecuentes ataques de ira. Su fantasma no tiene mejor temperamento y sus gritos se pueden oir por las noches entre las ruinas.




Una reina de hace dos mil años




Bodica fue la reina de una antígua tribu, los iceni, que habitaba en el sudeste de Inglaterra. Luchó al frente de su pueblo contra los invasores romanos y, al ser derrotada en el año 61 a.C., se suicidó envenenándose. Dos mil años después su breve aparición surge al amanecer cerca de una antígua calzada romana, va montada en un carro tirado por dos caballos con la melena y un manto flotando al viento.


Catalina Howard
Fue la quinta esposa de Enrique VIII, hace regulares apariciones en Hampton Court, donde es una más entre la docena de espíritus que allí habitan.
Cuando fue arrestada en este castillo, en 1541, acusada de infidelidad al rey, corrió por todo el palacio para suplicarle clemencia. Pero él había ordenado que no se le molestase, así que los guardias la echaron. Fue ejecutada de forma rápida y brutal,(decapitada) esta era la forma de ejecutar que a Enrique VIII le complacía más. Su angustiada carrera y sus gritos aún se pueden oir allí.

Una cámara de seguridad en Hampton Court recogió esta curiosa imágen en 2003.

María Tudor



En una mansión cerca de Cambridge se aparece el fantasma de Maria Tudor, que se alojó allí en 1530. El duque de Northumberland quería hacerla prisionera y poner a su nuera, Jane Grey, en el trono, pero el propietario de la mansión la ayudó a huir disfrazada de nodriza. Los hombres del duque incendiaron la casa, pero María la mandó reconstruir y su espíritu parece que se encuentra muy a gusto allí.

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